Buenas a todos, para los que no me conocéis, soy Juanma, socio del Club Ciclista La Algarbía y otra persona más de las que la bici ha llegado a convertirse en un medio de vida.
Ha recaído en mi la narración de la crónica de la I Media Maratón de Antequera directa a tu corazón celebrado el pasado domingo.
Mi elección de participar en este evento fue básicamente para ponerme a prueba después de diputar la Maratón de Manilva el día de ayer y saber lo que las horas de entrenamiento durante el verano, darían de sí para así poder planificarme el siguiente fin de semana que tocará media maratón en sábado y otra en domingo. La elección fue muy fácil pues el rutómetro describía varias zonas de trialeras técnicas, así que no me lo pensé.
Comenzamos el domingo con la rutina de cualquier día de carreras pero con una significativa diferencia, las piernas no van descansadas como de costumbre, pero era algo con lo que ya contaba. Así que madrugón, desayuno, viaje y llega la hora de la recogida de dorsal.
Todo pinta bien, la cosa está ambientada, se van viendo a grandes corredores, tanto conocidos de Málaga, como de otras provincias (cosa que un amigo me dijo que lo tendría "chupao" pues todos los gallos estarían en la Subida a la Reina..) recogemos la bolsa de corredor y la cosa indica que va a ser un gran día, pues ocurriese lo que ocurriese, el camino de vuelta a casa lo acompañaría de mantecados, polvorones y otras bollerías.
Montamos la bici, equipo, etc. Saludamos a conocidos de este mundillo y nos disponemos a salir.
Tramo neutralizado con un ritmo alegre pero muy cómodo, el cual me viene muy bien para ir quemando agujetas, y además he conseguido colocarme en las primeras filas.
Tras el comienzo oficial empezamos en subida de carril ancho y me cuesta seguir quedándome poco a poco atrás, entramos en bajada suelta donde tampoco puedo arriesgar, de nuevo subida y por fin, ¡trialeras!, donde ahora es cuando empieza mi carrera. Entro muy atrás y delante llevo muchos corredores en fila india donde cada hueco es bueno para ganar un par de posiciones y disfrutar haciendo lo que me gusta. Veo algunos enfrentamientos entre corredores, la verdad que no se entiende, pues si buenamente puedes adelantar sin poner en riesgo a los demás, hazlo; pero si no, no merece la pena jugártela y llevarte por delante a los demás.
El recorrido muy variado, pues alternabas todo tipo de senderos con carril, grandes pendientes, bajadas limpias y otras no tan limpias, etc. A mitad del recorrido pasamos por parte del pueblo para enganchar en subida pronunciada con un estrecho sendero que formó parte del rally celebrado en el pasado mes de junio. Desde allí comunicaba con una larga travesía medio pedregosa hasta enganchar con una urbanización con fuertes pendientes de alquitrán que te adentraba en una zona de olivares que después de constantes sube y bajas donde las piernas dolían pero seguían respondiendo muy bien, nos conducían por una trialera en bajada rápida y peligrosa donde todo dolor se olvida y la adrenalina te hace volar sobre los cambios de rasante, curvas rápidas y tendidas tras alguna piedra mal colocada que te pide el máximo de concentración, pues sabes que no puedes caer y que as quedado con la familia para almorzar.
Entramos en el tramo final, varios kilómetros de carretera donde cualquier rueda es buena para agazaparme atrás sin hacer ruido, me voy quedando el último de varios que vamos, me cuesta seguir el ritmo pues ya lo he dado todo. Se va viendo la meta a lo lejos, me lo tomo con alivio pues esto se acabó.
Contento por el resultado, puesto 72 en 2:06 , 49 km. Prueba recomendable para repetir otro año con excelente organización, señalización y despliegue de voluntarios.
A partir de este momento, solo pienso en la bolsa de corredor que guardé con mucho cariño para el viaje de vuelta.
Ha recaído en mi la narración de la crónica de la I Media Maratón de Antequera directa a tu corazón celebrado el pasado domingo.
Mi elección de participar en este evento fue básicamente para ponerme a prueba después de diputar la Maratón de Manilva el día de ayer y saber lo que las horas de entrenamiento durante el verano, darían de sí para así poder planificarme el siguiente fin de semana que tocará media maratón en sábado y otra en domingo. La elección fue muy fácil pues el rutómetro describía varias zonas de trialeras técnicas, así que no me lo pensé.
Comenzamos el domingo con la rutina de cualquier día de carreras pero con una significativa diferencia, las piernas no van descansadas como de costumbre, pero era algo con lo que ya contaba. Así que madrugón, desayuno, viaje y llega la hora de la recogida de dorsal.
Todo pinta bien, la cosa está ambientada, se van viendo a grandes corredores, tanto conocidos de Málaga, como de otras provincias (cosa que un amigo me dijo que lo tendría "chupao" pues todos los gallos estarían en la Subida a la Reina..) recogemos la bolsa de corredor y la cosa indica que va a ser un gran día, pues ocurriese lo que ocurriese, el camino de vuelta a casa lo acompañaría de mantecados, polvorones y otras bollerías.
Montamos la bici, equipo, etc. Saludamos a conocidos de este mundillo y nos disponemos a salir.
Tramo neutralizado con un ritmo alegre pero muy cómodo, el cual me viene muy bien para ir quemando agujetas, y además he conseguido colocarme en las primeras filas.
Tras el comienzo oficial empezamos en subida de carril ancho y me cuesta seguir quedándome poco a poco atrás, entramos en bajada suelta donde tampoco puedo arriesgar, de nuevo subida y por fin, ¡trialeras!, donde ahora es cuando empieza mi carrera. Entro muy atrás y delante llevo muchos corredores en fila india donde cada hueco es bueno para ganar un par de posiciones y disfrutar haciendo lo que me gusta. Veo algunos enfrentamientos entre corredores, la verdad que no se entiende, pues si buenamente puedes adelantar sin poner en riesgo a los demás, hazlo; pero si no, no merece la pena jugártela y llevarte por delante a los demás.
El recorrido muy variado, pues alternabas todo tipo de senderos con carril, grandes pendientes, bajadas limpias y otras no tan limpias, etc. A mitad del recorrido pasamos por parte del pueblo para enganchar en subida pronunciada con un estrecho sendero que formó parte del rally celebrado en el pasado mes de junio. Desde allí comunicaba con una larga travesía medio pedregosa hasta enganchar con una urbanización con fuertes pendientes de alquitrán que te adentraba en una zona de olivares que después de constantes sube y bajas donde las piernas dolían pero seguían respondiendo muy bien, nos conducían por una trialera en bajada rápida y peligrosa donde todo dolor se olvida y la adrenalina te hace volar sobre los cambios de rasante, curvas rápidas y tendidas tras alguna piedra mal colocada que te pide el máximo de concentración, pues sabes que no puedes caer y que as quedado con la familia para almorzar.
Entramos en el tramo final, varios kilómetros de carretera donde cualquier rueda es buena para agazaparme atrás sin hacer ruido, me voy quedando el último de varios que vamos, me cuesta seguir el ritmo pues ya lo he dado todo. Se va viendo la meta a lo lejos, me lo tomo con alivio pues esto se acabó.
Contento por el resultado, puesto 72 en 2:06 , 49 km. Prueba recomendable para repetir otro año con excelente organización, señalización y despliegue de voluntarios.
A partir de este momento, solo pienso en la bolsa de corredor que guardé con mucho cariño para el viaje de vuelta.
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